
¿Alguna vez has tenido un momento “Tierra Trágame?” ¿No sabes qué es? Bueno, procedo a explicarte; es cuando nos sucede un evento vergonzoso frente a otras personas y solo deseamos que la tierra se abra y proceda a tragarnos para desaparecer. Déjame decirte, que yo poseo cientos, por no decir, miles de esos momentos a lo largo de mi vida. En ese instante, solo quisiéramos salir huyendo; pero con el pasar del tiempo, vemos esas situaciones con alegría, y hasta las contamos para amenizar las reuniones.
Si me permites, te contaré una de esas tantas situaciones. Un día me invitaron a una comida en la casa de un amigo, cuando mi esposa y yo ingresamos a la casa procedimos a hacer lo que siempre hacemos cuando llegamos a un lugar, y es el de saludar cordialmente a cada persona que ya se encuentra en la casa. Uno a uno me iba presentando; a los hombres con un fuerte apretón de manos y a las mujeres con un beso en la mejilla. Y es cuando veo, lo que yo pensaba, a una señora de sentada en un banco, y que me daba la espalda; me acerco saludar, coloco mi mano en su espalda y me acerco a su mejilla para darle un beso de saludo; y es en ese instante, que una voz más gruesa que un trueno, me dice todo enojado: “Oe que te pasa compadre, ¡suéltame!”. Lo que había pensado que era una mujer, era más bien un hombre muy molesto con cabello largo. Todos los invitados observaron mi equivocación, y yo me puse rojo como un tomate; y solo decía en mi cabeza… “¡TIERRA TRÁGAME!”
Para una persona segura de si misma, esta sería una anécdota más; pero para algunos de nosotros, que lidiamos con la falta de seguridad, significa el acabose. Y es que no es tan difícil activar las inseguridades que se encuentran dentro de nosotros, solo basta que alguien brinde una opinión acerca de nuestro desempeño, imagen, familia, etc. Para que pensemos que no servimos para nada.
El día de hoy, desearía contribuir a tu vida, y enseñarte como podemos construir confianza, pero la confianza de la buena, no de la que esta sociedad ofrece; y para empezar, permíteme citarte la poderosa palabra de Dios, la cual nos advierte en cuanto a este tema lo siguiente:
“Así que, el que se sienta muy confiado, cuídese de no caer.”
1 CORINTIOS10:12
Y es que es necesario hacer una distinción en los tipos de confianza que nos rodean, debido a que existe un tipo de confianza que aunque no es necesariamente mala, suele traicionarnos sino tenemos cuidado, ya que nos lleva a desarrollar una actitud de orgullo que nos pasará factura después.
Nosotros no necesitamos más autoconfianza.
Los libros de autoayuda o autoconfianza, generan grandes ventas porque apuntan a un mercado que demanda el desarrollo de confianza; y aunque su contenido suena bien, no es sostenible a lo largo del tiempo. ¡Y es que se necesita de algo más!
“Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes.”
PROVERBIOS 3:5 (TLA)
Por eso, necesitamos llevar nuestras vidas a un siguiente nivel, a un nivel que si sea sostenible hasta el final de nuestras vidas.
Nosotros necesitamos cultivar confianza en Dios.
Dos tipos de confianza, la autoconfianza y la confianza en Dios; una funciona, la otra no; una es sostenible a través del tiempo, la otra es temporal. La autoconfianza es un buen punto de partida, pero no te brindará los resultados maravillosos que trae una confianza en Dios.
Permíteme darte dos razones por las que la autoconfianza no es suficiente para desarrollar una vida plena:
A.- Mi corazón es engañoso. (Jeremías 17:9)
El peor consejo que le puedes dar a tu amigo(a) es: “Hazle caso al corazón”; y te lo digo por experiencia propia, porque el corazón es impulsivo, por eso un día podemos jurar amor eterno a una persona, pero al año siguiente, no sentimos lo mismo. ¿Por qué confiar en mi corazón, cuando no sabe realmente lo que es bueno para mí?
B.- Mi comportamiento es inconstante. (Romanos 7:15)
¿Cuántas veces nos ha entrado la emoción del cambio de año para trazarnos metas? Quizá queríamos perder peso, o salir de deudas, o dejar un mal hábito; y aunque al comienzo todo parecía ir bien, volvimos a lo mismo. Y es que nuestra naturaleza es inconstante, por eso necesitamos un poder superior, una confianza que provenga del cielo.
Ahora bien, es importante aclarar algo; y es que no se trata de que pensemos lo peor de uno mismo, no es que no tengamos cierto grado de confianza en lo que podemos lograr; sino que soy consiente de que tengo una necesidad de una confianza superior.
¿Las buenas noticias? Es que Dios quiere brindarte y llenarte de esa confianza divina, pero necesitamos hacer nuestra parte y es el de renovar nuestra manera de pensar. Cambiar las mentiras que la sociedad nos ha vendido, las cuales no funcionan y en su lugar, implantar las verdades de Dios que si traen un cambio verdadero. Aquí te dejo tres verdades que cambiaron mi vida.
VERDAD #1.- MI DIOS ESTÁ SIEMPRE CONMIGO.
Lo hermoso de Dios, es que no es como las personas; ya que él siempre estará a nuestro lado, aún cuando fallamos.
“Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?”
ROMANOS 8:31 (NVI)
Y ya que Dios está a tu lado, déjame decirte que si es posible, salir de deuda, reconciliarte con esa persona, emprender un negocio, etc.
VERDAD #2.- MI DIOS SIEMPRE ME AYUDA.
Así como cuando ayudamos a nuestros hijos en esas tareas tan difíciles del colegio, cuanto más Dios desea darte esa manito para poder lidiar con esa situación tan complicada por la que atraviesas.
“…porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.» Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?»”
HEBREOS 13:5-6 (NVI)
¿En que necesitas ayuda? En este momento di: “Dios mío, necesito que me ayudes en ________________” (Siéntete libre de llenar el espacio, ya que Dios te ama y desea ayudarte)
VERDAD #3.- MI DIOS AÚN CONTINÚA TRABAJANDO EN MÍ.
Por lo general soy una persona tranquila, pero necesito confesarte algo; cuando manejo por la ciudad, algo sucede en mi y me transformo, suelo enojarme con todos, con el chofer de a lado, con el policía, con el pajarito, etc.
Lo sé, lo sé, aún hay cosas que necesitan cambiar en mí, así como en ti; pero Dios está haciendo ese trabajo, y confío en él.
“Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.”
FILIPENSES 1:6 (NVI)
Yo soy una obra en proceso, tú eres una obra en proceso, nosotros somos una obra en proceso. Solo necesitamos dejar que Dios tome el control de lo que no podemos manejar y permitir que nos conduzca a lugares que solo él puede llevarnos. ¡Él quiere hacerlo!
A veces me miro en el espejo, y no me gusta lo que veo, porque recuerdo muchas cosas de mi vida que no me gustan; pero luego pienso que hoy soy mejor que ayer, y que mañana seré mejor que hoy; y todo porque mi Dios sigue trabajando en mi vida.
Em resumen, aunque la autoconfianza es buena, yo necesito una confianza superior, porque la vida en si la demanda, una confianza en Dios. ¿Te animarías a cultivarla?
¿Alguna vez tus inseguridades te han impedido seguir sus sueños? ¿Qué sucedió? ¿Cómo se vería diferente tu vida si cambiaras tu enfoque de la autoconfianza a la confianza en Dios? ¿Cuáles son algunas formas en las que puedes tener más confianza en Dios esta semana?
Comentarios Recientes