Y es así, como un año se va y empezamos uno nuevo, una nueva oportunidad de hacer las cosas bien, el famoso borrón y cuenta nueva. La gran mayoría de personas se enfocan en todos los cambios que desean hacer, en las nuevas metas por lograr y todos los kilos por bajar; pero son realmente pocos, los que, con una actitud de retrospectiva, toman unos minutos para cerrar el ciclo dando gracias, por todo lo que fue y pudo ser, y también por lo que no fue. ¡Qué excelente manera de pasar la página!
“4Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! 5Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto. 6No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. 7Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. 8Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.”
FILIPENSES 4:4-8 (NTV)
¿Te atreverías a tomar un momento, y agradecer por las cosas buenas y por las no tan buenas que viviste el año pasado? Verás que quizá al comienzo nos cueste pensar en algo, pero una vez que empecemos a escribir, creo que nos faltará espacio, así que te dejo algunas líneas libreas abajo. ¡Manos a la obra!
ESTOY AGRADECIDO(A) POR: ______________________________________________
Espero que lo hayas disfrutado tanto como yo, y que haya podido elevar el ánimo, esperanza y expectativa de lo que seré este nuevo año.
Ahora bien, tengo una pregunta importante que hacer, ¿qué es lo contrario a la gratitud? ¡LA QUEJA!
Y sabes que es lo peor de todo, es que somos expertos más en quejarnos que en agradecer; ya que quejamos por cualquier cosa; por el clima, por el gobierno, por el tráfico, por la comida que nos sirven, por las restricciones de la pandemia, por la velocidad del internet, por la lentitud del celular, por el delivery que no llega, etc…
¡Hay una nueva pandemia en medio de nosotros! Y no es el virus del covid, es un virus mucho peor que ha venido destruyendo a la humanidad desde tiempos remotos; y es el virus de la queja. ¡Así que vamos a vacunarnos y a aplanar esa curva!
La buena noticia, es que existe una vacuna, que es efectiva al 100% y se llama GRATITUD. Y no solo nos protege de desarrollar una vida miserable y amargada, sino que trae consigo efectos secundarios positivos.
“El corazón contento alegra el rostro; el corazón quebrantado destruye el espíritu.”
PROVERBIOS 15:13 (NTV)
La Biblia nos enseña con tanta certeza, que una persona que ha aprendido a vivir agradecida, desarrollará una vida llena de alegría; trayendo salud y belleza al rostro. ¿No es acaso asombroso? No vas a necesitar Botox ni cremas antiarrugas; si deseas mejorar las facciones, solo sé una persona agradecida.
Quizá puedas pensar, que es muy exagerado creer que un estado continuo de gratitud pueda traer tantos buenos beneficios, y probablemente creas que la Biblia haya exagerado un poco; pero no es así, ya que aún los expertos han encontrado en este maravilloso hábito de la gratitud, ciertos beneficios. ¡Veamos algunos!
BENEFICIOS DE LA GRATITUD
1.- La gratitud libera emociones tóxicas
2.- La gratitud reduce el dolor
3.- La gratitud mejora la calidad del sueño
4.- La gratitud ayuda a regular el estrés
5.- La gratitud reduce la ansiedad y la depresión
¡Y lo mejor de todo, es que no hay efectos secundario nocivos! Así que, si te sientes un poco ansioso, estresado, deprimido, preocupado; déjame decirte que hay remedio para eso. Ahora bien, ¿dónde necesitas aplicar un poco de gratitud a tu vida?
“La gratitud es la puerta de entrada a la paz”
Es el deseo de mi corazón a que tomes este paso, y observa como Dios hace la transformación en tu vida. No es algo mágico, sino algo divino, algo que solo Dios puede brindarnos y que esta sociedad no puede.
La depresión es algo que es común hoy en día, y yo no pude escapar a ella; sino que cuando llegó a mi vida, me arrastró como lo ha hecho con muchos. Me acuerdo que en uno de esos momentos que sentía que ya no valía la pena seguir, vino un amigo mío y me dio uno de los mejores consejos, me dijo: “Escribe las cosas por las que estás agradecido”, y aunque al comienzo dude de hacerlo, hoy puedo decirte que fue algo medicinal, algo que ha sostenido mi vida todos estos años, y que hago diariamente; una pequeña dosis de gratitud cada mañana antes de desayunar.
Así que ya sabes, aunque está bien, el no estar bien; no está bien quedarse así. Tomemos un tiempo y trabajemos para desarrollar este asombroso y transformador hábito.
Comentarios Recientes