“Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor… Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían…Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.”
LUCAS 2:8-20
Dicen que, «del amor al odio hay un solo paso»; pero a la verdad, no sabría asegurarte eso; pero lo que si se, es que del temor a la alabanza si hay un paso.
En esta historia, tenemos a unos pastorcillos que en la mitad de la oscura noche experimentaron un profundo temor; y luego los vemos, al final de la historia, gozosos y alabando a Dios. ¿Cuál fue el elemento determinante para ese cambio?
¡Es que conocieron a Jesús!
Y es que, cualquier persona que verdaderamente ha conocido a Jesús, no vuelve ser la misma.
Solo ese paso de fe, erradicó el temor y el miedo de sus vidas y los lleno de esperanza y un gozo profundo. Por eso, la pregunta que hoy desearía hacerte es: ¿Conoces a Jesús?
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